Hambre espiritual

Hablando con los caballeros de "La Voz", compartí una escritura que nos mostró mucho con respecto al apetito espiritual. Se encuentra en Mateo 5:6 DHH " "Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque serán satisfechos. 

Hay muchas cosas que provocan esa hambre espiritual:
1 - El no ser alimentado o nutrido con la Palabra de Dios
2 - La repetición vana de la misma rutina
3 - Las adversidades (problemas económicos, enfermedades etc.)
4 - Los olores de comida "Buenas Nuevas"
5 - El recibir el amor de Dios por nosotros

 Mi amigo y hermano en Cristo Alvaro nos hizo esta pregunta: ¿Cual es la mejor comida que existe? Yo pensé en tantos platillos ricos, pero todos eran buenos así que no respondí nada, al rato el nos dio la respuesta nos dijo: "La que se come con mucha hambre." Es muy cierto esto pensé yo, cuando uno esta lleno, no importa si nos ofrecen el platillo mas caro, de mejor apariencia o el mas oloroso. Si estamos llenos y lo comemos hasta nos podríamos enfermar. ¿Es usted una de las personas que sera satisfecho por Dios?, ?¿Tiene usted hambre y sed de la Justicia de Dios? Recuerde que la justicia de Dios es siempre basada en amor, perdón, misericordia y gracia. Debemos de tener mucho cuidado en que los motivos que nos impulsan a hacer todas las cosas que hacemos son los motivos correctos (orar, ayunar, leer la biblia, dar) Si el motivo es recibir reconocimiento de los hombres eso sera lo único que adquiramos. Mateo 6:1 NTV »¡Tengan cuidado! No hagan sus buenas acciones en público para que los demás los admiren, porque perderán la recompensa de su Padre, que está en el cielo. 2  Cuando le des a alguien que pasa necesidad, no hagas lo que hacen los hipócritas que tocan la trompeta en las sinagogas y en las calles para llamar la atención a sus actos de caridad. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que ésa. 
Pero cuando los hacemos porque tenemos hambre y sed de Dios el sera quien nos sacie. Cuando leemos la biblia con hambre encontraremos revelación en ella, cuando oramos con hambre y sed escucharemos su voz y obedeceremos. El nos invita a que le busquemos y que lo hagamos con el corazón sincero.
Este debe de ser nuestro estilo de vida, siempre hambrientos y sedientos de la justicia de Dios.