Moviendonos hacia Adelante

Especialmente cuando viajamos o vamos a un lugar que no conocemos, siempre buscamos algo que nos indique la dirección correcta cual seguir. Nadie disfruta el seguir las direcciones erróneas, especialmente cuando nos damos cuenta horas mas tarde que estamos en el lugar equivocado. En cierta ocasión el apóstol Pablo escribió con respecto a llegar a un lugar,  es sorprendente para mi, Pablo dice que debe de hacer una cosa, que incluye dos acciones, mírenlo por ustedes mismo: Filipenses 3:13-14   Hermanos, yo mismo no considero haberlo alcanzado; pero una cosa hago," olvidando las cosas que quedan atrás, y extendiéndome a las que están delante, 14 - prosigo hacia la meta, hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Como podemos ver, Pablo expresa que para poder seguir hacia adelante, tenemos que dejar el pasado atrás, es imposible alcanzar lo que Dios a preparado para nosotros si vivimos reteniendo nuestro pasado, otra cosa que podemos ver es que el apóstol Pablo tenia un destino en mente,  Pablo tenia una meta. Usted nunca comprara ni le venderían un boleto sin destino, no hace ningún sentido. Muchas veces sentimos como que vamos para un lugar y lo único que hacemos es movernos en el mismo lugar, a eso le llamo el efecto de la silla mecedora, sentimos que nos movemos pero la verdad es que no vamos para ningún lado. Es hora de despertar y ser realistas, muchas veces el no perdonar nos estanca, la realidad de las cosas es, que si no nos movemos hacia adelante estamos estancados en el mismo lugar, o estamos moviéndonos en reversa. Lo peor del efecto de la silla mecedora es que engaña a las personas, porque te hace sentir como que vas avanzando, cuando la realidad es que no te mueves. En lo espiritual es igual, cuando hay algo en el corazón que sabemos que nos afecta y no nos deja continuara hacia adelante, no importa las buenas obras que hagamos, cuanto oramos, ayunemos, cuantas veces a la semana estamos en la iglesia o cuanto dinero damos a los pobres y la iglesia. todo eso no tiene ningún valor cuando no se perdona. Ya es hora de perdonar, es hora de eliminar toda amargura, odio, envidia, es hora de salirnos de la silla mecedora, es hora de perdonar y comenzar a escuchar la instrucción divina de Dios. El Espíritu Santo nos guiara a toda verdad, el es nuestro sistema de navegación. Debemos de continuar hacia adelante pero siguiendo las flechas que nos dirigen al destino que Dios ha preparado para nosotros.
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